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Salud mental: Mitos y realidades sobre discapacidad psicosocial

Según refiere el Glosario de términos sobre discapacidad de la Comisión de Política Gubernamental en materia de Derechos Humanos (2012), algunos ejemplos asociados a la discapacidad psicosocial pueden ser: un primer diagnóstico de trastorno obsesivo-compulsivo, ansiedad, bipolaridad, generalizados del desarrollo (autismo y asperger), entre otros.

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Esta discapacidad es reconocida por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en su artículo 1:

“Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás”

En el caso de las personas en situación de discapacidad psicosocial, ésta se genera al momento de la interacción donde las barreras culturales y actitudinales del entorno son la principal causa que las excluye.

Este colectivo a menudo tiene que enfrentarse a un doble problema: su diversidad funcional y el estigma asociado a ésta, con la que puede tener una relación más conflictiva que con la diversidad misma.

Dado el desconocimiento asociado a esta situación de discapacidad, el día de hoy conversaremos sobre mitos y verdades sobre salud mental.

Mitos y realidades sobre la Discapacidad psicosocial

Mito: Son violentas

Realidad: No. Las personas usuarias de los servicios de salud mental no tienen más probabilidades de ser violentas que otras personas. De hecho, son 10 veces más propensas a ser víctimas de delitos violentos en comparación con la población general.

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Mito: Son impredecibles

Realidad: Es posible que usted conozca una persona usuaria del servicio de salud mental y no se haya dado cuenta, ya que muchas son miembros muy activos y productivos de nuestras comunidades.

Mito: No pueden trabajar.

Realidad: Las personas en situación de discapacidad psicosocial pueden ser tan productivas como las demás. Cuando en el lugar de trabajo se promueve la salud mental: flexibilidad de los horarios, adaptación de tareas (ajustes razonables), luchas contra dinámicas negativas, se puede producir un mejor ambiente laboral y motivación para el trabajo.

Mito: “La depresión se cura con un cambio de actitud”

Realidad: No. Los problemas de salud mental no tienen nada que ver con el esfuerzo y/o la actitud. Muchas personas necesitan ayuda para estar mejor. Diversos factores contribuyen a tener problemas de salud mental, entre ellos: factores biológicos, química del cerebro o experiencias de vida.

Mito: Hacer terapia con una psicóloga o psicólogo, no sirve de nada

Realidad: Diferentes tipos de terapias pueden ser muy efectivas para casos de depresión o ansiedad, entre otros.

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Mito: Las personas con trastornos mentales nunca se recuperan.

Realidad: Con la ayuda adecuada, la mayoría de estas personas pueden recuperarse y llevar una vida productiva, saludable y satisfactoria. La recuperación se refiere al proceso por el cual las personas pueden vivir, trabajar, aprender y participar por completo en sus comunidades. Está comprobado que los sistemas de apoyo comunitarios son más eficaces.

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Sobre la autora:

Sofía Domínguez es estudiante de Trabajo Social e integrante del Área Técnica de la Fundación Bensadoun Laurent como Operadora Laboral. También es idónea en Lengua de Señas Uruguaya.