Como parte de nuestro segmento de entrevistas inclusivas, en esta oportunidad conversamos con Daymon Sosa.
Daymon es una persona sorda que trabaja actualmente en una empresa de insumos médicos ubicada en la ciudad de Montevideo.
Al igual que el resto de las personas empleadas por intermedio de la Fundación, subió su currículo a la web de la Fundación, indicando sus áreas de experiencia e interés laboral, y fue llamado a una entrevista en cuanto surgió una vacante acorde a su idoneidad.
Además de su rol como administrativo en esta empresa, Daymon es estudiante universitario, cursando la carrera de administración en la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU).
Durante la entrevista -realizada por completo en lengua de señas- conversamos acerca de las tareas que realiza diariamente, así como su proceso de adaptación al puesto de trabajo.
Asimismo, Daymon nos contó sobre los cambios que considera necesario que se den en el ámbito empresarial uruguayo, para que más personas sordas y en otras situaciones de discapacidad también puedan trabajar.
A continuación, la entrevista completa:
1.- ¿Trabajás y estudiás o solo trabajás?
Trabajo y también estudio administración en la UTU (Universidad del Trabajo del Uruguay).
2.- ¿En qué consiste tu trabajo o qué tareas realizas diariamente?
Trabajo con diferentes materiales médicos. Mamaderas, jeringas, mascarillas y diferentes productos plásticos relacionados con la industria médica. Los preparamos, ensamblamos y esterilizamos.
3.- ¿La situación de discapacidad en la que te encuentras, te impide o impidió hacer algunas de las tareas en tu puesto de trabajo?
Antes había muchas barreras, pero ahora se cambió la forma de cómo se ve a las personas sordas. Ahora siento que se me abrieron muchas puertas. Que hay personas que siempre buscan una forma de poder comunicarse conmigo y explicarme las cosas y entenderla para hacer mejor mi trabajo. Estoy mucho mejor aquí.
4.- ¿Cómo se comunican contigo en la empresa donde trabajas?
El jefe, por ejemplo, y los compañeros también, miran y buscan la forma de explicarme para que pueda aprender a hacer las tareas. Antes tenían miedo, pero ya no. Ya se pueden comunicar bien. Las personas también están aprendiendo la lengua de señas. El jefe también. Aprenden cosas. La comunicación es buena entre nosotros.
5.- ¿Contar con este empleo y una remuneración mensual cambió algo en tu estilo de vida y autonomía?
Sí. El sueldo está muy bien para mí. Es bueno. Yo nunca falto. Siempre vengo al trabajo. Siento que sí mejoró mi calidad de vida. Estoy bien. Me permite hacer otras cosas que antes no. Por ejemplo, ahorrar dinero. Cuando cobro, guardo una pequeña parte para el médico o para pagar otras cosas. Ahorro por mes. Me siento más libre y autónomo con mi trabajo y me ofrece mayor independencia.
6.- ¿Consideras que aún hay prejuicios o mitos en torno a la comunidad sorda y su capacidad para trabajar en diferentes puestos de trabajo?
Sí, porque años antes las personas sordas, como no se podían comunicar de la misma forma, la gente pensaba que no podíamos hacer nada. Las personas ciegas tampoco. No había igualdad. Y ahora se ha visto como que hay pequeños lugares donde hemos podido entrar. Y no importa la discapacidad que se tenga. Los sordos podemos hacer cosas y podemos trabajar y hacer todo. Antes se discriminaba. Por ser sordo no podíamos realizar ciertas tareas o estar en ciertos lugares. No estabas en igualdad de condiciones que los demás. Siempre te trataban como un discapacitado.
7.- ¿Qué crees que hace falta en las empresas para que más personas en situación de discapacidad puedan trabajar?
Falta más información al respecto. Yo soy el único sordo en este trabajo, por ejemplo. Y muchas veces las personas no saben que soy sordo. Una persona en silla de ruedas, por ejemplo, en esta empresa, no podría estar en todas las áreas, solo en la parte administrativa, porque las otras áreas son contenedores y no son accesibles.
8.- ¿Cómo fue el acompañamiento del equipo de la Fundación durante tu ingreso a la empresa?
Mi mamá me acompañó a la Fundación y ahí vi que me podían ayudar a conseguir un trabajo. En la Fundación siempre hubo un intérprete en lengua de señas que estuvo allí para mí. Tanto en la Fundación como en el primer día de trabajo. Otras veces me pasaba que iba a lugares y no tenían intérprete. Y nadie me explicaba nada. Y en la Fundación sentí que siempre pude comunicarme.